No mezcles la ley con el amor. El amor es más grande que la ley!
Los ritmos no forzados de la gracia a los que se refiere Jesús, hablan del favor y la ayuda inmerecidos de Dios, pero también hablan de la relación que cada creyente tiene con Él.
📖 Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde, así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros. Mateo 11:28-30 (DHH)
Cada relación tiene su propio ritmo no forzado. Yo no puedo predecir con exactitud cómo se desarrollará tu relación con tu cónyuge o amigos. Tienes que descubrir cómo funciona cada relación por ti mismo y eso es algo que no puedes forzar. Hay ritmos no forzados - descubrimientos naturales - en las relaciones. Tiene que ver con aprender a amarnos los unos a los otros de manera continua.
Este descubrimiento y no una lista de reglas, es lo que construye una relación fuerte. No mezcles la ley con el amor. El amor es más grande que la ley. Por ejemplo: el miedo a las consecuencias legales no es lo que impide que una madre normal lastime a su bebé. A menos que padezca algún tipo de enfermedad mental ella no quiere hacerle daño porque lo ama. Lo mismo sucede en tu relación con Dios. No trates de seguir Sus caminos por obligación o por miedo al castigo. Deja que el amor sea tu motivador. Por eso el primero y más importante mandamiento es amar al Señor tu Dios con todo tu corazón. Si lo amas cualquier otro mandamiento es fácil de obedecer porque tiene sentido. Piensa en los ritmos no forzados de tu relación con Dios. Aunque existen similitudes en la forma como conocemos a Dios, para ti tu relación con Él es única. Necesitas descubrir cómo sientes el amor de Dios y cómo muestras tu amor por Él. Sintonízate hoy con ese amor.