jueves, 13 de agosto de 2020

20 DÍAS CON DIOS - DÍA 14

    

📅 Día 14: Oraciones de Guerra

Oraciones de Guerra

Este no es el tipo de oración que uno experimenta cuando es nuevo en la iglesia y la vida cristiana. Para muchos todo lo que tenga que ver con la iglesia, especialmente la oración, tiene que ver con todo menos con guerra. El Jesús sobre el que aprendemos en la escuela dominical se parece más a un pastor que a William Wallace (el personaje de la película Braveheart). Incluso algunos piensan que la oración es para las mujeres, los niños o los hombres calmados. La oración pareciera inclinarse más a la rendición que a la batalla y aunque muchos hemos escuchado de la guerra espiritual muy pocos realmente hemos hecho conscientemente este tipo de oraciones. ¿Funcionan en realidad?


Hay autoridad en una oración de guerra

Hemos aprendido a decir la parte del Padre nuestro que dice: “Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad…” como si recitáramos algo, como una mera repetición. Sin embargo, en el lenguaje original de la Biblia, esta frase es una orden que debería traducirse algo así como: “¡Reino de Dios ven!, ¡Voluntad de Dios, se hecha!”. Esta oración se debe decir conscientes de que estamos en el centro de la existencia del Reino de Dios. Este tipo de oración es pelear la batalla de la fe hasta que la voluntad de Dios se haga realidad. Es importante entender que no estamos usando nuestra autoridad, ni siquiera tomamos autoridad al orar. Lo que hacemos es ejercer, hacer nuestra, utilizar como propia la autoridad de Jesucristo. Jesús nos ha dado autoridad como un derecho recibido al decidir establecer una relación con Él. En cierto modo, al orar estamos uniéndonos a Jesús en Su batalla contra Satanás atando en la tierra como si atáramos en el cielo y desatando en la tierra como si desatáramos en el cielo.


La oración de guerra es agresiva y combativa

A veces la oración es como un duelo en una pelea. Pues nuestra batalla no es contra carne ni sangre, sino contra principados, contra autoridades, contra poderes de las tinieblas y contra fuerzas espirituales del enemigo en los reinos celestiales. El apóstol Pablo entendía perfectamente esta batalla, tanto que recomendó utilizar la armadura espiritual y orar. La oración y la Palabra de Dios son las armas ofensivas de nuestra armadura en la guerra espiritual. Las oraciones débiles, frágiles o centradas en uno mismo no provocan nada en la batalla espiritual. John Piper decía: “La oración es como la comunicación de un soldado por walkie talkie al cuartel general para solicitar fuego aéreo sobre una posición enemiga”. Sin embargo muchas veces vemos la oración como un sistema de intercomunicación en los cómodos estudios de nuestros hogares.


La oración de guerra declara la verdad de Dios para dejar en evidencia las mentiras del enemigo

El diablo citó la Palabra de Dios cuando tentó a Jesús. Una de las estrategias favoritas de Satanás es decepcionarnos plantando en nuestra mente mentiras sobre lo que Dios dijo y sobre lo que está escrito. Hay un gran poder en declarar las verdades de Dios en tiempos de intensa lucha espiritual.


Algunas veces la oración espiritual ubica los poderes de las tinieblas

En algunos momentos es apropiado hablar a los poderes de las tinieblas en la batalla. “Ordenamos ahora a todo espíritu vil e inmundo en este lugar que se vaya, que regrese al lugar del que vino. Por la autoridad de Cristo, declaramos que ningún acto inmoral sucedido en este lugar tendrá efecto en nosotros, lo declaramos limpio por la sangre de Cristo”. Este es un tipo de oraciones que se hacen al viajar compartiendo la Palabra de Dios por diferentes lugares. La falta de oración según el lugar o lo que haya sucedido antes puede generar pesadillas, mal humor o hasta extrañas enfermedades.

🤔 Piensa...

Una palabra de precaución. No se trata de ir por las calles peleando contra los espíritus malignos. Se trata de ir llevando el Reino de Dios, los espíritus irán saliendo ante la autoridad de Jesucristo.


🌿 Ideas para tu Oración de Hoy:

1.¿En qué maneras específicas has llegado 
a sentir ataques del enemigo contra tu vida? 
(Enfermedad, miedo, lujuria, desánimo,
 amargura, incredulidad, etc.)

2. Convierte Salmos 6:10; 23:5; 44:1-7; 
1a Juan 4:4 y Romanos 8:37 en oraciones, 
nombrando a tus enemigos y declarando las
 promesas de Dios para derrotarlos

3. Ora en voz alta con fe y con intensidad. 

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