📅 Día 20: 15 Razones para tener tu Devocional
15 Razones para Separar un Tiempo para Orar cada día
Te reto a tener una cita con Dios hoy mismo. La mayoría encontrará que el mejor tiempo es encontrarse con Él en la mañana antes de que el día se llene de actividades, sin embargo cualquier tiempo que te funcione es válido, hazlo con todo tu enfoque, tu intención, tus capacidades, habilidades y anhelo por la presencia de Dios. Si haces que este tiempo con Dios se convierta en parte de tu estilo de vida cada mañana y utilizas para comunicarte con Dios las maneras aquí sugeridas, esto es lo que va a suceder contigo:
1. Crecerás fuerte en tu Espíritu.
Dejarás de ser controlado por tu naturaleza pecadora y tus emociones, y caminarás en el Espíritu. Encontrarás más fácil decirle no a las cosas inmundas y a las pasiones de este mundo, y decirle sí a la voluntad de Dios. Encontrarás más fácil vivir tu verdadera identidad en Cristo y morir a tu antigua forma de vida. La oración nos lleva a la pureza.
2. Debido a tu oración, el resto del día será más productivo.
Cuando “sacrificas” otras actividades para poder orar, te das cuenta que el tiempo que pasas orando no es un sacrificio. Al buscar primero el reino de Dios, todo lo demás que necesitas para una vida productiva y llena de significado será provisto.
3. Experimentarás mayor paz en tu vida.
Encontrarás que es fácil entregarle a Dios el estrés de tu vida. No estarás ansioso por nada porque habrás convertido tus preocupaciones en oraciones con peticiones específicas. Tus amigos empezarán a notar lo mucho que ha bajado tu estrés desde que comenzaste a orar.
4. Dormirás mejor.
No sólo tendrás cargas más ligeras durante el día; sino que cuando sea tiempo de ir a dormir, no estarás saturado por pensamientos ansiosos. Recostarás tu cabeza sobre tu almohada con una mente limpia hacia Dios y hacia los demás. Cuando despiertes en medio de la noche, será mucho más fácil volver a dormir tan sólo con orar. (Si el diablo es quien no te deja dormir, ¡aprenderá a no volverte a despertar cuando vea que aprovechas para orar!)
5. Tus relaciones interpersonales con otros serán más ricas y con mayor significado porque experimentarás más de la compasión de Dios por las personas cercanas a ti por las que has estado orando.
Cuando le falles a los demás, lo detectarás más fácilmente por la convicción del Espíritu Santo. Cuando los demás te fallen a ti, serás capaz de ser libre de tu ofensa entregándosela a Dios porque habrás aprendido en tu propia experiencia a perdonar al haber experimentado muy frecuentemente en oración el pedir perdón y ser perdonado por Dios.
6. Serás más sensible a las alertas, los codazos, y la guianza del Espíritu Santo durante tu día.
Hay un himno antiguo que dice: “Enciende el radio y escucha la música en el aire…”. La oración enciende nuestro corazón para tener una mejor recepción de la frecuencia de Dios, de Su voz.
7. Experimentarás más de la gracia de Dios en tu vida.
Dios resiste al soberbio, pero da gracia al humilde. La verdadera oración es un acto de humildad. Cuando oramos estamos declarando nuestra dependencia completa y total de Dios. ¿Quién no quiere más de la gracia de Dios en su vida?
8. Influenciarás otros en tu vida a querer orar más.
Tus compañeros de casa que aman a Jesús querrán seguir tu ejemplo. Si estás casado, y tu esposo es cristiano, él o ella serán inspirados a ir por la oración. Si todavía no son creyentes, sentirán convicción del Espíritu Santo. Si eres padre y tus hijos viven en casa, serás un modelo del mejor comportamiento que alguna vez quieran imitar.
9. Conocerás mejor a Dios.
Cultivarás intimidad verdadera con la esencia de Dios mientras inviertes tiempo con Él en oración. No será un conocimiento en tu mente, sino una certeza en tu corazón. Aprenderás sus maneras, lo que lo agrada. Tendrás una revelación creciente de Su carácter, Su personalidad. Y este conocimiento creciente de Él encenderá una mayor pasión en ti por conocerlo más.
10. Aprenderás cómo conocer mejor la condición de tu corazón.
Cuando aprendas a derramar tu corazón en Dios mediante la oración, estarás más consciente de ti mismo. La oración verdadera es como un espejo de tu alma. Cuando te sinceras con Dios en tu oración y en tu diario de oración, sin querer pretender o ganar una “posición”, encontrarás más fácil el dejar que otros te conozcan (esto es útil especialmente para los hombres).
11. Discernirás mejor la diferencia entre las mentiras de condenación de nuestro acusador Satanás, y la verdad que Dios quiere comunicarte.
Cada vez que declaras la verdad de lo que Dios dice sobre ti, crece tu habilidad de vivir la vida que Cristo tiene para ti.
12. Cambiarás el mundo.
Tus oraciones afectarán las vidas por las que oras. Tus oraciones permiten que los propósitos de Dios en la tierra avancen. Tus oraciones hacen que las tinieblas retrocedan. Tus oraciones te transforman. El poder de Dios es demostrado más claramente a través de tus oraciones.
13. Amarás a Dios.
La oración es la manera más directa y tangible en la que podemos expresar nuestro amor a Dios. Algo dentro de nosotros cobra vida cuando amamos a Dios de manera desenvuelta; fuimos creados para amarlo. Aún más, podemos tocar su corazón a través de nuestras palabras de adoración, agradecimiento y verdad.
14. Experimentarás más de Su amor personal por ti.
La oración es la oportunidad de experimentar el bondadoso, paternal, activo, incondicional y transformador amor de Dios por ti. Él se deleita derramando su amor en tu corazón a través de Su Espíritu Santo. Él lo hace cuando hacemos espacio en nuestra agenda a través de la oración diaria.
15. Traerás grande gloria a Dios. Cuando oramos estamos declarando:
Que Él es incomparablemente digno. Honras y das reverencia a Dios cuando pasas tiempo conociéndolo que podrías usarlo durmiendo, viendo televisión, escuchando música o leyendo el periódico. Le damos gloria a través de cada tipo de oración, aún las oraciones en las cuales le pedimos cosas.
🤔 Piensa...
¿Por qué es tan importante comenzar a orar todos los días?
Porque las acciones de mañana afectarán el resto de tu vida. “Siembra una acción y cosecharás un hábito; siembra un hábito y cosecharás carácter; siembra carácter y cosecharás destino”.
Si el tiempo de oración de mañana es repetido el siguiente día, y el siguiente, eventualmente la oración será un hábito.
Serás como Jesús que, como era su costumbre continuamente se alejaba a lugares solitarios y oraba... y caminaba con paz en el corazón y con poder y autoridad!